domingo, diciembre 25, 2005

De vuelta de todo

Image hosted by Photobucket.com
Foto: Halloween 2005

***Ouch – Ouch. Aquí, escribiendo desde las trincheras del dolor, mi querida Sección 9 me ha vuelto a recibir con los brazos abiertos, a pesar de una prolongada desatención que viene siguiéndole desde octubre. Ahora que mi rutina diaria se ha visto inevitablemente rota (un mal juego de palabras, en nada entenderéis) me he reencontrado con la página en blanco pidiéndome que le cuente qué ha sido de mi durante estos largos meses en los que me desconecté de la red.

Image hosted by Photobucket.com
Foto: Barcelona Noviembre 2005

Image hosted by Photobucket.com
(Colleja) - se mueve -

"Ese sábado por la tarde todo parecía propicio para salir, la noche era joven, el móvil echaba humo y la pantalla de mi ordenador, plagado de ventanitas de MSN, preguntaba por un plan con ansia, preludio tenebroso de la catástrofe que se avecinaba. Con todo ya organizado, una última llamada – “Sobrin, maña contamos contigo…la escalada y tu país te necesitan. – ¡señor, si, señor” – así que, ante la profunda confianza en mí depositada, todo anulado, pues había que guardar fuerzas para poder sacar al día siguiente ese Peter Parker que todos llevamos dentro. A la cama y se acabó. Tic, tac, rinnng…8:00 de la mañana del día
siguiente, y a la montaña.

Image hosted by Photobucket.com
Foto: Panocha octubre 2005

Y ahí estaba yo, como ese hábil ex – montañero que soy, en lo más alto, casi en la cúspide, realizando un ligero y grácil movimiento con mi potente brazo derecho. Nada, una nimiedad, un desplazamiento sin importancia… como cuando uno agarra la enorme caja de los Smaks de Kellogs o mueve la trabada puerta corredera del armario, solo fue el esfuerzo de levantar 80 kilitos de nada…y se partió. ¡El muy estúpido se partió! ¿os lo podéis creer? ¡qué falta de respeto! Incluso en un primer momento, al oír el fuerte chasquido, pensé que se había partido el agarre en la roca de la pared. Llegué a pensar en una rama seca que la cuerda
hubiera quebrado, pero no...

Image hosted by Photobucket.com
"¡Ahahhhhh!"
Mientras me tambaleaba tratando de recuperar los otros agarres, mientras trataba de identificar la fuente del dolor, a mi derecha pude observar consternado como mi brazo se deslizaba como una serpiente, inerte, hacia abajo. Parecía, lo prometo, auténticamente de goma, oscilando como la cuerda que se encontraba a su lado y que me había salvado, sin duda, la vida. Así que, con las mismas, y después de que los demás, metros más abajo, hubieran escuchado el crujido, me descolgué y me llevaron al hospital.
Image hosted by Photobucket.com

Foto: fractura espiridiana con torsión del húmero (ouch)
Y esta es la historia, no hay mucho más que contar, a parte de darles las gracias a familia y amigos por su compañía. Tuve que anular todos mis planes,eso sí, sobretodo después de que en la operación los médicos me metieran trozo de hierro enorme que va desde el hombro hasta el codo. Reposo y a fastidiarse, como un lisiado cualquiera escribiéndolo todo con la mano izquierda. Y parece que esto va para largo...


Image hosted by Photobucket.com