Sección 9: febrero 2006

Me recupero a ratos, pero a veces, cuando despierto, el brazo sigue ahí. Yo le miro, el me mira. Mientras las dos partes del hueso se van soldando, hablemos de otras cosas.

1- Durante el invierno de 1998, un correo electrónico circuló por todo el mundo. Hacía referencia al magnate de la moda Tommy Hilfiger y decía así:

"Estoy seguro de que muchos de vosotros habéis visto la reciente emisión del programa de Oprah Winfrey, donde el invitado era Tommy Hilfiger. Durante el programa, la presentadora le preguntó si eran ciertas las declaraciones que se le adjudicaban sobre cuestiones raciales. Declaraciones en las que decía que si hubiera sabido que los afroamericanos, los hispanos y los asiáticos iban a comprar su ropa, no la hubiera hecho tan bonita. Deseaba que estas personas no compraran su ropa, pues estaba diseñada para blancos de clase alta. Su respuesta a Oprah fue un simple “si”. De inmediato, le rogó que abandonara el estudio".

Había un problema con este correo electrónico, distribuido a ciento de miles de personas de América y el resto del mundo. Era totalmente falso.

El correo electrónico sobre Hilfiger, una de las denominadas “leyendas urbanas” más notoria en Internet, era la creación de un cibernauta. El diseñador Tommy Hilfiger, de hecho, jamás ha estado con Oprah Winfrey y, desde luego, nunca ha acudido a su programa de televisión. El correo electrónico era pura invención. Pero el efecto sobre la empresa, en términos de situación embarazosa y posible pérdida de ventas en aquellos que creyeron totalmente el falso comunicado, fue muy serio. Los rumores llegaron incluso a aparecer en la revista USA Today. El equipo de relaciones públicas de Hilfiger negó enérgicamente la acusación en su propia página web y publicó desmentidos en grupos de noticias y otros tablones de anuncios. Oprah Winfrey llegó incluso a hacer referencia al tema en su programa. Pero el daño estaba hecho.
Teoría & técnicas de las Relaciones Públicas

2 - A la pregunta “¿Qué es una Cortina de humo?”, algunos técnicos expertos en comunicación de masas han respondido que “es una serie de acontecimientos o cadena de actos premeditados dirigidos a ocultar una información o a evitar que está llegue a oídos del público mediante estratagemas comunicacionales”. Una afamada periodista argentina mantiene por el contrario que el simple hecho de no promocionar una información en detrimento de otras noticias que estén de mayor actualidad ya es, en sí, un acto engañoso y manipulador que se puede denominar con el mismo término. La misma pregunta planteada a simples ciudadanos ha obtenido por respuesta un significativo encogimiento de hombros, miradas perplejas o expresiones del estilo de “¡caspita! ¿No es una peli del De Niro?”. Hay enigmas que nunca deberían ser descubiertos.

3 - ¿Qué he aprendido durante el último cuatrimestre de clase?... comencemos por lo más simple:

Su lema...
Podríamos considerar a David Carson como el estereotípico surfero metido a diseñador, un advenedizo sin formación académica y con un proverbial desprecio por las más mínimas normas del diseño. Y acertaríamos. Su lema es “No confundir ‘legibilidad’ con ‘comunicación’”. Y, desde luego, durante lo que ha sido una extensa y fructífera carrera, ha puesto esta idea en práctica en cada uno de sus trabajos.

Reportaje sobre Bryan Eno.
Este rey de la “no-comunicación” se ha especializado en la mezcla caótica de textos e imágenes, consiguiendo que de entre ese caos gráfico consigamos a duras penas obtener algún contenido. Trata en ocasiones de dificultar la lectura para que nos fijemos y prestemos más atención. Otras veces, a través de sus repeticiones de páginas, de la inversión del orden del texto, del cambio de letras por números, etc., consigue que nos preguntemos… “¿¿dónde está la jo$%ida lectura??”